miércoles, 1 de junio de 2016

crucify your mind

En nuestro infierno particular, el vicio insano nos hace bajar la retaguardia. El silencio compartido nos habla y no calla. Perdemos y volvemos a la carga - la carga de los días pesados a la espalda - Me acuesto un miércoles y me levanto un miércoles. El alba me susurra pero yo no salgo de la cama. Estábamos esperando a que algo pasara. Yo busqué la redención entre unas piernas de cartón. Piernas colmadas de ansiedad y cortes, gastados pies de tanto andar por suelos de cemento. Ciudad sin lluvia, párpados sin sueños que se inundan como el mar. Infinitas posibilidades de abrazarte, cogen y me parten en dos. Tu boca me vuelve a juntar. Arritmia sentimental, miedo en las palmas de las manos. Puedo respirarlo, y aun así nos ahogamos.

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