miércoles, 9 de marzo de 2016

La claridad siempre vuelve tras lo obscuro

Acabamos como empezamos, sin derechos, sin fundamentos. Vamos por el lado contrario, recorremos caminos de piedra. Las emociones nos guían y nos detienen en seco, como un frenazo, como cualquier comienzo. Destruye tu castillo de naipes, no hagas cosas que no sientes. Mira a la vida como ella te mira a ti. Mirada fría e incorpórea, difuminada desde los altares de la conciencia. Disfruta cada melodía que el tiempo se las lleva con demasiada prisa. Aprende de las hostias, de las vueltas de campana, de los rencores insanos del ser humano. Busca un rincón apartado, que no te den por encontrado. Date por perdido una y mil veces, reconstrúyete como cenizas de fénix. Cuando llegues al río ve contracorriente, sólo de esa forma alcanzas la mayoría de las cosas. Que no se te hunda el cielo nocturno encima, pues irremediablemente siempre vuelve a amanecer.


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